Resumen

Esta investigación intenta complementar los alcances de las teorías que explican el rol de los padres o apoderados sobre la educación de sus hijos, definiendo como objetivo determinar la relación entre la gestión participativa de los padres de familia y los logros de aprendizaje en los estudiantes, de la I.E San Carlos, Monsefú, en la región Lambayeque. El tipo de investigación fue básico de enfoque cuantitativo, de diseño correlacional, descriptivo y transversal; siendo seleccionada para ello, una muestra de 100 estudiantes, a quienes se les aplicó un cuestionario tipo Likert. Se enmarcó dentro de las teorías que explican la relación entre la familia y educación como el Funcionalismo, y sobre todo de la teoría de la Reproducción social desde la educación, de Bourdieu y Passeron y los movimientos de las Escuelas eficaces. Al contrastar la hipótesis general, con el estadígrafo Prueba exacta de Fisher, arrojó el grado de significancia de 0,361 lo que indicó que la relación entre la gestión parental con los aprendizajes es producto del azar. Una de las conclusiones fue que, independientemente de las variables familiares de insumo, como el nivel educativo y económico de los padres de la I.E San Carlos, son las variables familiares de proceso, como los juicios de valor y experiencias propias, los factores predictivos más significantes que se relacionan con los logros académicos de los estudiantes y que el papel de los padres debe ser asesorado desde la escuela, en coordinación con los gobiernos locales.

Introducción

Desde el hogar con los padres y luego en la escuela, con los profesores y la gestión de los directivos, se complementa la tarea de educar a los hijos; al respecto Rivera y Milicic (2006) sostienen que a pesar de este consenso, no se optimiza el nexo entre estos agentes y la institución escolar, pues la mayoría de los padres priorizan la acumulación de recursos para cubrir necesidades básicas o existe una deficiente gestión desde las escuelas. Valdés y Urías (2011) al analizar esta relación en zonas rurales, observaron resultados del aprendizaje muy por debajo del promedio en matemáticas y en comunicaciones, identificando dos variables que influyen en la calidad y cantidad de esta participación parental: las variables familiares de insumo (VFI), como las que proveen de recursos materiales a la familia y las variables familiares de proceso (VFP) a las creencias y juicios de valor de los padres de familia.

Los juicios de valor son una percepción subjetiva que puede o no alinearse con la realidad, en palabras de Gonzáles (1968, p. 10), es una simbolización de un objeto tangible o no, con una percepción no sensorial, idealizada, de acuerdo a la manera de ver el mundo de cada sociedad, con la probabilidad de ser diferente lo que realmente significa. Esta variable se relaciona con el modo de gestionar el acompañamiento parental.

En esa misma línea Driessen et al., (2005) citados por Balarín y Cueto (2008) sostienen que familias con mejores niveles socioeconómicos logran que sus hijos tengan un buen desempeño académico y el papel de las madres en zonas desfavorecidas de Latinoamérica resultan fundamentales en este proceso, en palabras de Blanco y Umayahara (2004). A esa misma conclusión llegó Ochoa (2018) al señalar al factor económico como limitante en el deseo de los padres en asesorar a sus hijos, siendo la madre, quien a pesar de esto, es la más comprometida y preocupada, además señala la responsabilidad de la gestión de la escuela para revertir favorablemente esta limitación.

En la Reunión de ministros de Educación de América Latina y El Caribe, UNESCO (2001) se estableció el compromiso de los Estados para fortalecer la educación en la región, resaltando el rol del profesor y la comunidad, especialmente el de los apoderados, mediante la propuesta de leyes que comprometan su presencia más activa.

Por otro lado, los efectos de las VFP son importantes en definir la calidad del acompañamiento parental, pues muchas veces tienen efectos negativos si los padres tienen un estilo dictatorial al supervisar el cumplimiento de tareas, por ejemplo. De acuerdo a Valle et al. (2016) se crea un clima negativo y con poca comunicación efectiva. Suárez (2017) y Krolow (2016) citados por Bazán (2020) señalan que se debe desarrollar la autoestima de los estudiantes y es primordial el apoyo parental en los aprendizajes, respectivamente. Ospina y Medina (2022) encontraron relación entre los factores motivacionales, el reconocimiento a cumplimiento de las tareas y el control democrático de los padres, con los niveles de logro de sus hijos, más que a nivel socioeconómico de las familias.

El aporte de los padres ocurre en forma indirecta desarrollando independencia, confianza y responsabilidad a sus hijos y que bajo estas condiciones el aprendizaje se desarrolla favorablemente, es decir, las expectativas de un buen rendimiento académico esperado por los padres, son percibidas por el estudiante y éste se siente en la capacidad de cumplirlas.

En Perú, los resultados de la última prueba del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) del 2018, en matemáticas se logró 400 puntos (el promedio OCDE fue de 489 puntos) y en comprensión lectora se lograron 401 puntos (el promedio en países OCDE fue de 487 puntos).

En la tabla 1 se muestra los niveles de logro en Comprensión lectora y Matemáticas de la región Lambayeque y a nivel nacional, en la prueba de evaluación censal 2022, observándose una caída en los logros de Comprensión lectora entre el 2,019 y 2,022 (Previo al inicio y En Inicio), sin embargo en Matemáticas se visualiza una leve mejoría en los tres primeros niveles de logro. En los resultados de la prueba PISA, como país, seguimos sin alcanzar el puntaje promedio a nivel de Latinoamérica y a nivel de región estamos cerca del promedio nacional.

La importancia de la escritura dentro del área de comunicaciones es importante para manifestar lo aprendido, y así desarrollarse profesionalmente y personalmente, además es una herramienta básica para poder consolidar los logros en otras áreas de aprendizajes, tal como lo señalan Sepúlveda y Benavides (2017), Moscol (2018) y Cerda (2021) citados por Llanos y Alvarado (2023).

Con respecto a las matemáticas, Hanushek y Woessmann (2015) citados por Pacheco y Miranda (2019) demostraron como el aprendizaje en esta área constituye un indicador muy significativo para explicar las diferencias entre las tasas de desarrollo económico entre países. Una buena educación permite el desarrollo, perfeccionamiento y aplicación de tecnologías innovadoras, para agregar valor agregado a los bienes y servicios producidos por los países, generando mayores ingresos de divisas, mayor recaudación de impuestos que generan inversiones de políticas públicas. Actualmente nos queda mucho por avanzar para llegar a los promedios de la OCDE.

Al entender de Orozco (2016) ya existe una avalancha de información que llega desde las redes sociales, y resulta imperativo que los profesores filtren y procesen estos contenidos, y concienticen a los padres al respecto, para que los estudiantes no sean timados por falsos discursos. Estas acciones definen el éxito en la enseñanza de las ciencias sociales.

Por lo expuesto, surgen las interrogantes a ser respondidas: ¿Cómo se relacionan el acompañamiento parental con los aprendizajes?, ¿Entre las VFI y las VFP cuáles tienen mayor significancia en este accionar?

La justificación teórica se sostiene en profundizar los alcances de las teorías de la relación familia y escuela, definiéndose el objetivo de determinar la relación de participación parental con los logros de aprendizajes en esta I.E en particular y la justificación práctica define la tarea de mejorar la calidad de la educación, con el objetivo de lograr el Cuarto Objetivo de Desarrollo Sostenible promulgados por la Organización de las Naciones Unidas en el año 2015 (Reyes et al., 2016) y en esa misma linea, el Gobierno Regional de Lambayeque (GRL), muestra la necesidad de “mejorar los logros de aprendizajes de los estudiantes de educación básica regular del departamento de Lambayeque”(Gobierno Regional de Lambayeque, 2020, p. 18).

Las teorías citadas en este estudio son el Funcionalismo, el Interaccionismo Simbólico, la Reproducción Social, el Movimiento de Escuelas Eficaes y los constructos variables familiares y dinámica familiar.

McMahon (2011) respecto al Funcionalismo, sostiene que cada miembro de una organización política, económica, empresarial, familiar, etc., tiene funciones específicas ya sean primordiales o no, y estas van cambiando, adaptándose con el único propósito de mantener operativo y en equilibrio al sistema. En el ámbito familiar los padres adquieren y movilizan recursos suficientes para que siga operando el sistema, como transmitir habilidades y conocimientos a su descendencia, además de fijar metas como culminar las diferentes etapas de la educación.

Los postulados del Interaccionismo Simbólico con respecto a la familia, según el punto de vista de Gadea (2018) y Pons (2010) definen como los individuos elaboran sus identidades, conceptualizando en forma individual sus percepciones de la realidad. A nivel familiar, los hijos, empiezan a tomar decisiones de acuerdo a su comprensión, su forma de aprehender y así, construyen simbolismos y constructos para establecer relaciones con otros individuos, como el lenguaje, construyen su “yo”, y desde ahí, se relacionan con sus amigos del barrio o la escuela, los cuales también tienen su propia identidad y de esta forma, “tomando un rol” adaptan sus propias conductas para integrarse sin conflictos a otros grupos sociales. La figura 1 muestra la delimitación desde los marcos teóricos para pretender explicar la relación familia y aprendizajes.

La Teoría de la Reproducción desde la educación cuyos exponentes fueron Bourdieu y Passeron, durante los años setentas y el movimiento de las Escuelas Eficaces, surgidos después del llamado Informe Coleman, a finales de la década de los sesentas, dieron prioridad a factores socioeconómicos al analizar la relación familia y escuela, pues la relación estadística hallada entre estas variables fue más significativa que los recursos y gestión de la propia escuela.

Desde el punto de vista de Blanco (2009) infiere que el análisis de Bourdieu y Passeron se centra en que la educación constituye un arma dominante de las clases privilegiadas, quienes imponen el “arbitrario cultural”, que es lo correcto y necesario, para el normal funcionamiento social; en cambio los símbolos culturales, como las costumbres, el idioma, la cosmovisión de las clases dominadas no tienen importancia, siendo el nivel de conciencia de esta relación, que tienen las propias familias y de su conocimiento, los factores necesarios para lograr cierta independencia.

Materiales y Método

El tipo de investigación es básica, persigue el propósito de cimentar los conocimientos sin ningún fin crematístico, en palabras de Ñaupas et al. (2014). El enfoque es cuantitativo, de diseño no experimental, descriptivo, correlacional y transversal de acuerdo a Hernández et al., (2016). Se cuantificó la percepción que tienen los 100 estudiantes del 4° y 5° grado de secundaria, de la I.E. San Carlos, del distrito de Monsefú, con respecto a la participación de sus padres sobre sus aprendizajes. Las variables fueron analizadas sin alterar su ambiente natural y en un único momento.

La gestión de los padres se dimensionó de acuerdo a las variables familiares de proceso de los juicios de valor y experiencias propias, las rutinas en el hogar, la comunicación y las asesorías; mientras que los logros de aprendizajes de los estudiantes se dimensionaron en las áreas de Ciencias sociales, Comunicación, Matemáticas y Ciencia y tecnología.

El cuestionario es en escala de Likert, siendo adaptado del Cuestionario sobre estrategias educativas familiares de Gubbins e Ibarra (2016), siendo validado mediante el juicio de tres investigadores y al analizar su grado de fiabilidad arrojó el valor de 0,895 en el estadístico Alfa de Cronbach. Los logros de aprendizajes se recogieron de los registros oficiales de notas de los alumnos.

En la tabla 2 se presenta la nomenclatura de las variables, sus dimensiones y las hipótesis referidas a la probable correlación entre ellas.

El software empleado fue IBM@SPSS V.26, en los procesos de prueba de las hipótesis se asumieron niveles de significancia α= 0,05 con un nivel de confianza β=0,95, luego para demostrar que las variables siguen una distribución no paramétrica usamos el estadígrafo Kolmogórov-Smirnov, apropiado para muestras mayores a 50. (Hernández et al., 2016).

Con la Prueba exacta de Fisher (F), medimos el nivel de significancia estadística de la relación entre las variables, y finalmente con el estadígrafo Tau b de Kendall (Tb), se midió la intensidad y dirección de esta relación.

Las variables X e Y junto con sus dimensiones fueron categorizadas en deficiente, regular y excelente de acuerdo a los resultados del cuestionario Likert y de los registros oficiales del logro de aprendizajes de las áreas respectivas.

La ética fue un aspecto presente en este trabajo, tomando en cuenta acciones que protegieron la autonomía, evitaron la cohesión y avalaron el libre consentimiento de los estudiantes, en línea con el Código de Nuremberg, y complementados en 1967 con la Declaración de Helsinski y siguiendo el artículo 7 del Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas, el cual insta a que nadie, sin su consentimiento explícito puede ser involucrado, usado o sometido a ningún tipo de experimentación médica u otras de índole científico. (Acevedo, 2002). La identidad de los estudiantes fue protegida asignándoles un código único.

Resultados

La característica no paramétrica de las variables cualitativas, requisito previo para contrastar las hipótesis, fueron confirmadas con el estadístico Kolmogórov-Smirnov cuyos resultados se observan en la tabla 3.

En la tabla 4, ya con la certeza de la no normalidad de todas las variables, se procedió a contrastar cada una de nuestras hipótesis, usando la prueba F, debido a que, en las tablas de contingencia respectivas, las casillas con los valores esperados menores a 5, superaban el 20% (Mendivelso y Rodríguez, 2018).

Discusión

La ausencia de una relación estadística entre la gestión participativa parental y los logros de aprendizaje en los estudiantes (X r Y), quedó demostrada con grado de significancia de 0,361 de la prueba F, valor mayor que 0,05. Las rutinas en el hogar, las asesorías y la comunicación, gestionadas por los padres no tienen relación con los logros de aprendizajes en la I.E. San Carlos, a excepción de los juicios de valor y experiencias.

Este resultado complementa el estudio de Cedillo (2018) quién no halló relación entre el ingreso monetario y el nivel educativo de los padres como predictores de un aceptable acompañamiento parental y los aprendizajes de sus hijos; sin embargo, lo que mejor explicaba eran los juicios de valor y las experiencias propias. Ospina y Medina (2022) encontraron relación positiva y significativa entre factores motivacionales desde los padres y los logros académicos de los estudiantes, confirmado por una significancia de 0,008 al usar X2, quienes mostraban una mejor actitud, autovaloración y confianza para lograr logros académicos aceptables.

Por el contrario, si existe una relación entre los juicios de valor y experiencias parentales con los logros en el área de comunicaciones (X1 r Y2), la significancia de F fue de 0,026; sin embargo, este vínculo es débil y positivo, como vemos en el estadístico Tb= 0,206 con un p valor de 0,027. Uno de los paradigmas surgidos después del Movimiento de Escuelas Eficaces, como lo sostienen Valdés y Urías (2011), priorizan los juicios de valor y experiencias de los padres, la capacidad de gestión de la escuela y de la interacción entre ellos, como determinantes de los logros de aprendizajes de los estudiantes. En la I.E. San Carlos se constata como la percepción de los estudiantes sobre la gestión de los juicios y valores de sus padres muestran la existencia de una relación débil y positiva sobre sus aprendizajes logrados en comunicaciones. Este hallazgo pareciera contradecir lo hallado por Márquez y Mendoza (2022), quienes observaron una relación entre los bajos niveles de lectura crítica de los estudiantes, competencia del área de comunicaciones y el bajo nivel socioeconómico de sus padres; pero en el caso de los estudiantes de la I.E San Carlos se tiene que el 87% de sus padres tienen también hasta secundaria trunca o completa y el 99% de ellos lograron resultados regulares y excelentes en comunicación, siendo las variables familiares de proceso (juicios de valor y experiencias) tomadas en cuenta conscientemente por la gestión docente lo que permitió revertir resultados similares al estudio de Márquez y Mendoza.

Las demás hipótesis: las rutinas en el hogar se relacionan con los logros en matemáticas (X2 r Y3), La comunicación parental se relaciona con los logros en ciencias sociales (X3 r Y1) y Las asesorías se relacionan con los logros en ciencia y tecnología (X4 r Y4) fueron rechazadas al obtener niveles de significancia F de 0,498; 0,374 y 0,503 respectivamente, todos mayores al límite de 0,05. Estos hallazgos complementan las investigaciones de Balli et al. (1997) y Cooper et al. (1999), citados por Valle et al. (2016) al afirmar que altos niveles de participación de los padres no son significativos al relacionarlos directamente con los rendimientos de los escolares; pero si actúan de forma indirecta al dotar al estudiante de sentido de responsabilidad, puntualidad, respeto, compromiso y solidaridad que son características fundamentales para lograr un buen desempeño escolar en general; el manejo de un liderazgo democrático de los padres, tomando en cuenta las opiniones de los hijos, y la presencia de un buen clima familiar, cuando los padres no se “meten” directamente, en forma estricta a controlar las tareas y no ejercen una supervisión autoritaria sobre la preparación para los exámenes, si tienen implicancias en rendimientos escolares aceptables.

La gestión parental de la comunicación, las rutinas en el hogar y las asesorías, dependen mucho del tiempo disponible después del dedicado a acumular las VFI; en cambio los juicios de valor y experiencias propias que forman parte de la VFP, dependen menos de las actividades de los padres para proveerse de recursos.

Conclusiones

1. No existe relación estadística significativa entre la gestión participativa parental y los logros de aprendizaje en los estudiantes, de la I.E San Carlos. Sólo la variable familiar de proceso, dimensionada como los juicios de valor y experiencias de los padres, característica de la dinámica familiar, presentó una débil relación positiva con los aprendizajes del área de comunicaciones.

2. Si existe un vínculo estadístico entre los juicios de valor y experiencias de los padres, y los logros de aprendizaje en el área de comunicaciones, debido a que los juicios de valor y experiencias parentales, son factores predictivos que mejor se relacionan con los aprendizajes. La manera empírica de los padres en asesorar a sus hijos, en función de sus experiencias de vida, más que en sus conocimientos académicos, queda demostrada en la I.E San Carlos.

3. No existe relación entre la gestión de las rutinas del hogar, y los logros de aprendizaje en el área de matemáticas. El 87% de los padres de la muestra sólo tienen secundaria completa o trunca, lo que implica que carecen de una estrategia aceptable para organizar y programar horarios o ambientes físicos adecuados para el estudio, o para la realización de tareas asignadas a sus hijos. A pesar de esto, no existe sustento estadístico si se trata de relacionar estas dimensiones para el caso de esta I.E. por lo que se podría responsabilizar a la estrategia de los profesores como un mejor factor predictivo de estos aprendizajes o a la ausencia de asesores externos al colegio que refuercen estos conocimientos como profesores particulares o academias de nivelación escolar, cuya responsabilidad recae en los padres.

4. No existe un vínculo entre la gestión de comunicación de los padres, y los logros de aprendizaje en el área de ciencias sociales de los estudiantes, debido a que la percepción del nivel de comunicación de los padres con la I.E. y con ellos mismos, fue calificada por el 79% de los estudiantes como regular o deficiente; por lo tanto, la responsabilidad del logro de estas competencias podría ser relacionada mejor con las estrategias de enseñanza de los profesores de esta área.

De acuerdo a las conclusiones detalladas, resulta inevitable plantearse los alcances de la gestión de los directivos de la I.E. sobre estos resultados, o develar la necesidad de asesorar la gestión parental, como aliados de la escuela, e incluso el rol de las autoridades locales y regionales, pues son ellos también de alguna forma, mediante sus áreas de proyección social, educativas o juventudes o cómo se las llame, quienes complementan la educación de nuestros estudiantes.

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Agradecimientos

Especial agradecimiento al Dr. Gonzalo Pacheco Lay, a la Dra. Ofelia Santos Jimenes y al Dr. Ángel Salvatierra Melgar, profesores de la Unidad de Posgrado en Educación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

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