Abstract

This article have the purpose of analyze the effects of Covid-19 in the public education in Lima Metropolitan. First, a general overview of the effects of the pandemia in different educational stakeholders and the differents challenges that they have taken up. From 9 interviews made principals, vice-principals, and teachers of the capital of the country, is possible to conclude that the connectivity problems coupled with a lack of adequate equipment for virtual clases, has increased inequality in access to education at all educational levels. Further, we have to highlight the psychological effects of the pandemic, essentially with emotional problems in the persons involved.

Introducción

La pandemia del Covid-19 ha cobrado más de 6 millones de fallecidos y más de 500 millones de contagiados (universidad John Hopkins, 2022). Ha afectado la economía, el estilo de vida, costumbres de la mayor parte de la población mundial.

En este artículo se propone como objetivo general conocer los problemas y desafíos de la pandemia en la educación pública en instituciones públicas de Lima Metropolitana. Los objetivos específicos son: Evaluar las acciones lideradas por el equipo directivo para apoyar a los docentes en su labor en el período de la pandemia, conocer las dificultades que enfrentaron los docentes para el desarrollo de sus sesiones de clases a distancia o remotas, identificar los efectos emocionales de la pandemia en los docentes y estudiantes e identificar los principales aciertos, desaciertos y recomendaciones para mejorar la práctica pedagógica del personal docente en tiempos de pos pandemia.

Considerando que La ciudad de Lima es el área urbana más poblada del país, las conclusiones de esta investigación, pueden dar luces, sobre estos problemas y desafíos en otras partes del país. Habiendo superado la pandemia recientemente aún está por conocerse todos los efectos de ella en la comunidad educativa peruana. A nivel mundial, los estudios sobre estos efectos están produciéndose actualmente.

Es importante considerar los siguientes efectos en la educación que ha causado la pandemia: En primer lugar la suspensión de clases y lo que eso significó para la comunidad educativa. Gómez-Arteta y Escobar-Mamani (2021), confirman que la enseñanza virtual aumentó las desigualdades educativas y digitales, pues al empezar la pandemia, muchos estudiantes no tenían computadoras, laptops o celulares para conectarse en las clases virtuales planteadas sobre todo en las instituciones escolares públicas. Socolovsky (2020) afirma que estas limitaciones tecnológicas influyeron en el aumento del estrés de los docentes y estudiantes.

Es importante resaltar que la suspensión de clases en el Perú fue una de las más extensas pues duro 66 semanas. Recordemos que muy tardíamente en el segundo semestre del 2021, se posibilitó la vuelta a clases de manera semipresencial, que no se dio en todos los casos solo en un 12,5% (BCRP, 2021). Muchas instituciones recién volvieron a la presencialidad en abril del 2022. Diversos estudios han resaltado las graves consecuencias en los estudiantes, de suspender las clases presenciales en periodos más breves, con lo que se puede deducir que un período tan prolongado, ha dejado graves consecuencias en el aprendizaje de las competencias y capacidades de los estudiantes peruanos. Engzell et al. (2021) en un estudio en de estudiantes de primaria de los Países Bajos, Maldonado & De Witte (2021), en otro estudio de estudiantes de primaria en Bélgica, Tomasik et al. (2021) en un estudio de estudiantes de primaria y secundaria de Suiza y Lichand et al. (2021) en otro estudio de estudiantes de secundaria en Brasil, concluyeron que los resultados de aprendizaje disminuyen por los resultados de las pruebas que tomaron. Inciden también que los estudiantes de menores recursos tienen más problemas para aprender, habiendo una mayor probabilidad de abandono escolar. Donnelly & Patrinos (2021) tomando en cuenta algunos de estos artículos y otros de Estados Unidos, Alemania y Australia llegan a las mismas conclusiones.

Es importante reconocer, además que el aprendizaje (o re-aprendizaje) de las tecnologías de información y comunicación (TIC) no era tan avanzado antes de la pandemia en la mayoría de los docentes peruanos de todos los niveles. Mateus (2016) había diferenciado claramente que una cosa era recibir capacitaciones en ellas y una cosa muy diferente, apropiarse de ellas, lo que supone el desarrollo de competencias digitales de adaptación, creación y uso de herramientas y plataformas digitales. Sin duda en el caso peruano, y probablemente latinoamericano, gran parte de los docentes de todos los niveles habían recibido capacitación en TIC, pero sin profundizar en ellas ni en su uso con todo su potencial. Santos, Villanueva, Rivera & Vega (2020), comprobaron una inadecuada formación en competencia digital en la mayoría de los docentes parte de su investigación (67,9%). Es importante resaltar que otras investigaciones llegaron a la misma conclusión (Atero, 2020; Ingaruca, 2020; Socolovsky, 2020).

En el mismo sentido, Berrocal et al. (2021), concluyeron que muchos estudiantes no estaban preparados para hacer frente a una educación totalmente virtual. Comprobaron que les faltaba motivación, organización y supervisión para el logro efectivo de los aprendizajes. Pudieron identificar una fuerte tendencia a la copia literal en las tareas.

Es importante resaltar que diversas investigaciones han encontrado que el WhatsApp se convirtió en unaherramienta valiosa (Santos et al., 2020; Berrocal et al., 2021).

Otro efecto se relaciona con la falta de conectividad. Khan (2020) en una entrevista realizada en plena pandemia sugería que uno de los grandes problemas que ha traído la pandemia para la educación en todos los niveles es la falta de conectividad. Lo que es conocido como brecha digital, es uno de los mayores problemas que quedaron en evidencia con el cierre de los colegios en todo el mundo. Y en nuestro país es un problema todavía sin resolver en gran parte sobre todo en zonas rurales. Aunque no exclusivamente en ellas, pues aún en las ciudades, puede haber problemas de conectividad por la sobresaturación del servicio, las dificultades económicas de pagar mejores planes de internet o la falta de computadoras y laptops. Sobre este aspecto, la última encuesta nacional de hogares (ENAHO) a marzo del 2022, indicó que a nivel nacional el 36% del total de hogares tenía estos aparatos, subiendo este porcentaje a 45% en zonas urbanas, pero con un gran contraste en zonas rurales (9%). En el uso de internet las estadísticas son bastante parecidas. Considerando datos del Enaho del último trimestre del 2021, hubo un mayor uso de este servicio en los hogares a nivel nacional (55%), en zonas urbanas (59%) y zonas rurales (21%). Resalta que en Lima Metropolitana el 72% de los hogares tiene acceso a este servicio.

Diversos estudios del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) y el Ministerio de educación (Minedu) entre 2020 y 2021, indicaron que aproximadamente entre 400 000 y 200 000 estudiantes de los diferentes niveles de la educación pública dejaron la escolaridad. Igualmente fue el efecto en las universidades, pues según diversas instituciones, estos casos a más de 600 000 estudiantes. Por tanto, otro efecto de la pandemia fue el aumento de la deserción escolar.

Los efectos del cese de clases presenciales en el aspecto psicológico están en estudio. Sin embargo, diversas investigaciones ya dan varias precisiones. Vargas y Callata (2021) hallaron que la mayor parte de los estudiantes universitarios parte de su investigación en el sur andino peruano, percibían poca felicidad por la falta de socialización en sus clases. En el mismo sentido, el 68% de los estudiantes encuestados refirieron que la educación virtual les causaba estrés. Viner et al. (2022) analizaron diversos artículos y estudios sobre el tema, llegando a diversas conclusiones: muchos niños y adolescentes han experimentado ansiedad, problemas de conducta, hiperactividad, falta de atención, depresión. En algunos estudios se mencionan las dificultades de sueño, el incremento de peso por la falta de actividades físicas y el consumo de alimentos poco saludables. Castaño (2020) explica que a pesar de que muchos jóvenes usaban internet antes de la pandemia, su uso para estudiar significó un gran reto para ellos, tanto como para sus docentes. Asumir la responsabilidad de aprender exigía una capacidad de adaptarse que no todos los estudiantes tenían en la misma dimensión.

En el mismo sentido, Reyes et al. (2021) y Urbizagastegui (2021) refieren que el confinamiento acrecentó la violencia familiar, de género y sexual. El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (MINJUSDH) y el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) (2021) subrayan este aumento y un solo dato es suficiente para confirmarlo: Solo en el período de confinamiento se incrementó la proporción denuncias-detenciones por casos de violencia sexual a un 400%.Recordemos que ya nuestro país es conocido por los numerosos casos año a año en violencia de género, y el confinamiento, que reunió a agresores y agredidos durante muchos meses, no solo empeoró el problema, sino que en ese tiempo, la ayuda no podía darse adecuadamente por el terrible estado de la salud pública.

Materiales y método

El tipo de investigación es básica, porque busca formular nuevos conocimientos, nueva teoría sobre cómo la pandemia del Covid-19 que ha traído consecuencias a la salud y también a la educación pública en Lima Metropolitana. Es una investigación cualitativa con un diseño de investigación propuesto fenomenológico, porque busca a través de entrevistas a un grupo de directivos y docentes de Lima Metropolitana, recabar información (percepciones, emociones, ideas, experiencias) sobre los problemas y desafíos que ha traído la pandemia a la educación pública. Las entrevistas se realizaron en las instituciones educativas de los directivos y docentes, que aceptaron la propuesta de colaborar con la investigación y de manera escrita. En un caso se realizó de manera virtual (videoconferencia) por dificultades en el horario de trabajo.

La investigación tiene 2 categorías: Problemas y desafíos de la educación pública durante la pandemia. Podemos entender la primera categoría como las dificultades y obstáculos que el cambio de la educación presencial a la educación virtual causó en la comunidad educativa de las instituciones públicas durante la pandemia. La segunda categoría se entiende como los retos que la pandemia ha traído a la educación pública: Alfabetización digital, problemas de conectividad, uso de plataformas digitales, reforzamiento virtual.

Estas Categorías se complementan pues nos plantean por un lado los problemas que directivos y docentes de Lima Metropolitana experimentaron con el cierre de las instituciones educativas y por otro lado, se plantean los desafíos que tuvieron que afrontar para continuar con la educación de millones de niños y adolescentes.

Para esta investigación se ha logrado la colaboración de 9 educadores (entre directores, subdirectores y docentes) con amplia experiencia en el sector.

Como se puede observar la experiencia de los(as) entrevistados(as) es amplia, perteneciendo a instituciones educativas de diversas partes de Lima Metropolitana. La gran experiencia que los(as) entrevistados(as) tienen en las clases presenciales, y el reto de educar de manera diferente, a partir del cierre de las escuelas, hace a este grupo de profesionales, representativo de lo que experimentaron directivos y docentes de otras instituciones educativas de Lima Metropolitana y el país.

Para la recolección de datos, se elaboró como instrumento una guía de entrevistas en base a las categorías temáticas propuestas. Esta guía se sometió a juicio de expertos, con los siguientes resultados.

En el anexo 1, 2, y 3, se presentan los modelos de los textos de consentimiento informado y las entrevistas a directivos y docentes. En ambos casos, se informó a los(as) participantes de la la finalidad de la investigación realizada, obteniendo su consentimiento y autorización para su participación.

Resultados

Directivos

Comentemos algunas de las respuestas de los entrevistados. En primer lugar, con los directivos:

Desde su punto de vista como Director(a), ¿Qué problemas y desafíos tuvo la educación pública en el Perú durante la pandemia del Covid-19? En síntesis, la mayoría de entrevistados concuerdan que los problemas y desafíos correspondieron a la falta de conectividad y herramientas tecnológicas como computadoras, laptops o tablets. Por ejemplo, un directivo (D3) indica:

“Son varios los problemas que se presentó (sic) en la etapa de la pandemia:

-Falta de conectividad para el proceso de enseñanza-aprendizaje.

-Falta de fortalecimiento de las competencias digitales de los maestros y estudiantes.

-Conocimiento elemental de equipos tecnológicos para el proceso de la virtualidad (CPU, laptop antiguas)”

Otra entrevistada (D4), manifiesta en ese mismo sentido: “Problemas, básicamente dos grandes problemas: 1. La falta de conectividad y 2. El desconocimiento del uso de la tecnología. El primero, que afectó a nuestros estudiantes y el segundo se evidenció en nuestros colegas.” En un aporte diferente, dos directivos (D2 y E), agregaron a estos problemas y desafíos, otro: el aspecto emocional: “Asimismo, el trato emocional con estudiantes y familias que perdían sus seres amados o que estaban enfermos, el temor, el encierro, los docentes y toda la comunidad estaba muy sensible y afectada y tratar casos fue otro reto”. Finalmente, la especialista (E) entrevistada agrega otro problema y desafío en su opinión: “Desinterés de algunos padres, quienes no realizaban un seguimiento, sobretodo en el nivel de secundaria”.

Las entrevistas resaltan el problema de la conectividad y las limitaciones tecnológicas. Tomando en cuenta estas opiniones es necesario recordar que, en nuestro país, aún hoy hay limitaciones en el acceso al internet. Podríamos suponer que vivir en Lima da mayores ventajas en este aspecto si lo comparamos al resto del país, pero esto no es necesariamente correcto. El factor económico ha influido en estas falencias.

¿Qué tipo de formación o capacitación organizaron los directivos para el personal docente en la enseñanza a distancia? No hay diferencias entre los entrevistados en relación a esta pregunta, ya que se mencionan los mismos temas de capacitación. Por ejemplo, un directivo (D1) menciona: “Como eran necesario nuevas estrategias y herramientas tecnológicas, organizamos e implementamos capacitación en el manejo de herramientas virtuales, así como la adquisición de una plataforma”. La especialista entrevistada (E) resalta otros aspectos: Aprendo en casa, y la capacitación en estrategias de soporte emocional.

Si hubo un aspecto que caracterizó al trabajo de directivos y docentes a nivel nacional e internacional fue el enorme esfuerzo de capacitación (muchas veces re-capacitación) en el uso de herramientas de educación virtual. El Minedu, las Ugeles, las propias instituciones y los docentes, de manera particular, han invertido mucho tiempo (a veces dinero) en la capacitación, en el uso de herramientas de la educación virtual.

¿Cuáles han sido los principales temas de preocupación del personal docente con respecto a la conectividad durante el período de pandemia?

Casi todos los entrevistados han coincidido que las deficiencias en el acceso a internet y el acceso a herramientas como laptops, tanto para los docentes como con los estudiantes ha dificultado el trabajo sobre todo en el 2020. Un directivo (D1) indica lo siguiente: “Al estar estos sin conectarse no se podía trabajar con ellos(as). El servicio de internet es deficiente, tanto por parte del docente y estudiante, tenían dificultad en la conectividad más aún en el primer año (2020), de igual manera los equipos electrónicos, se tenían que adquirir o actualizar las versiones.”

Un directivo (D4) enumera así estas dificultades:

-“Estudiantes que no contaban con el servicio de internet por problemas económicos.

-Estudiantes que no contaban con equipos tecnológicos (CPU y/o laptops modernos)

-Muchas estudiantes tendrán limitaciones de recibir educación virtual porque sus equipos eran básicos”

En la presente pregunta solo la misma entrevistada, tuvo un punto de vista diferente a la de los demás, manifestando que un tema de preocupación adicional era el desinterés de las familias en la educación de sus hijos. Otra entrevistada (E) resalta como un tema de preocupación la salud ante el Covid-19 y la planificación con las Experiencias de Aprendizaje (EDA), una propuesta nueva que ha se difundido en estos años.

En el análisis, respectivo se puede observar que, para la mayoría de los entrevistados, los problemas de conectividad de los estudiantes y la poca entrega de tareas, por muchos de ellos, han sido las principales razones de preocupación de los docentes, en opinión de los directivos. Eso tiene mucho sentido, porque si un grupo de estudiantes en cada sección, no se conecta, no trabaja, no se obtienen los resultados esperados y se genera mayor trabajo posterior a los docentes.

¿Qué niveles de preparación tecnológica demostraron los docentes en el proceso de aprendizaje remoto o a distancia?

Todos los entrevistados concordaron en este punto, en la progresión del aprendizaje de las herramientas virtuales. Al principio de la pandemia, había mucho desconocimiento de ellas, pero en la medida que los docentes eran capacitados y debían poner en práctica lo aprendido, mejoraron las competencias docentes, usando las diversas herramientas de Google Workspace for Education (Correo Gmail, Google Meet, Jamboard, Google Classroom, Google Drive), complementadas con otras Zoom, Padlet, Teams.

Un directivo (D2) lo expresa de esta manera:

“Habían profesores (pocos) que tenían buen manejo de las herramientas tecnológicas, otras preocupados aprendían y estuvieron en proceso, pero hubieron algunos docentes que fueron reacios y no aprendieron y ellos solo en 2020 hicieron clases por WhatsApp, cuando ya se dictaban clases por la plataforma Zoom, en el 2021 mejoró porque ya había mayor experiencia en el manejo de estas herramientas tecnológicas.”

En el mismo sentido, la especialista (E) expresa lo siguiente:

“Al inicio un gran porcentaje de docentes desconocía de plataformas digitales para conectarse como el Zoom, Meet, Teams, etc. Así como aplicativos para mediar y evaluar a los estudiantes: Formularios de Google, Padlet, Jamboard, etc. Luego, se fueron capacitando o de forma autodidactica fueron aprendiendo logrando en la mayoría de los casos a tener un nivel intermedio de conocimiento de los aplicativos tecnológicos para el trabajo remoto o a distancia.”

Al empezar la pandemia, gran parte de los docentes limeños (y por ende, podríamos generalizar peruanos), no tenían mucha experiencia en el uso de herramientas virtuales. Recordemos que no en todas las instituciones educativas hay computadoras y proyectores multimedia, ni que decir de una buena conectividad. El tener que dar clases en casa, fue un fuerte motivador para capacitarse nuevamente, con mayor seriedad y poner en práctica lo aprendido. No había otra manera de trabajar con los estudiantes.

¿Qué opinión le merece haber promovido a estudiantes a pesar de no haber participado del aprendizaje remoto?

Las opiniones en su mayoría tienen una respuesta negativa a esta interrogante. Por ejemplo, un directivo (D1) indica: “La promoción guiada no cumplió su propósito si bien sirvió para dar oportunidades a los estudiantes, pero no lo aprovecharon y perdieron interés, tal es el caso que hasta la fecha tenemos evaluaciones pendientes”. En el mismo sentido, otro directivo (D2), indica: “Esta promoción guiada fue un gran error ya que no se cumple con los logros que se deben observar en el nivel correspondiente, y no se pueden dar estos saltos, por tanto, los que no pudieron desarrollar sus clases deberían repetir.”

La especialista (E), plantea un punto de vista diferente, al indicar:

“Lamentablemente en el contexto de la pandemia, muchos estudiantes por diversas causas no tuvieron la oportunidad de seguir estudiando (conectividad, problemas económicos). Por lo tanto, no podemos condenar a la repitencia a los estudiantes (quienes no tienen culpa de su situación), ellos merecen la oportunidad con la guía y reforzamiento del docente de nivelar sus aprendizajes y lograr culminar la Educación Básica Regular.”

En ese mismo sentido, una de las directoras (D4) resalta la importancia del reforzamiento a los estudiantes, sobre todo los que aún tienen dificultades:

“El Estado tenía que cumplir con su obligación de brindar educación. Considero que esta situación debe ser revertida con programas de reforzamiento externo. Es decir, a la propuesta existente de reforzamiento interno debería sumársele el apoyo de estudiantes de la carrera de Educación como una forma de apoyar y fortalecer su vocación docente.”

En esta pregunta hay opiniones divididas. Se reconoce la necesidad de la promoción guiada, sobretodo en el 2020. Sin embargo, a la vez, se identifica que se han promovido a muchos estudiantes sin haber logrado las competencias esperadas por la falta de conectividad y de entrega de evidencias.

¿Qué efectos emocionales ha causado la educación a distancia en los docentes y estudiantes de su institución educativa?

Los entrevistados concuerdan en la presente pregunta que, en el caso de los docentes, los efectos emocionales han sido el estrés, ansiedad, sedentarismo, influyendo esto en el desequilibrio de los hábitos de alimentación. Un directivo (D1) subraya en este aspecto: “El aislamiento, la falta de socialización e integración afectó el estado emocional de niños, jóvenes y adultos, causando estrés, depresión, sedentarismo.” La especialista (E) describe estos efectos de la manera siguiente:

-“Al inicio había mucho estrés, pues no había un horario establecido y la mayoría se mantenía conectado todo el día. Poco a poco, fueron regulando sus tiempos y organizaron horarios.

-Tristeza y ansiedad: Por el temor a enfermarse y por la pérdida de seres queridos o amigos.”

En los estudiantes, los efectos han sido también la ansiedad, depresión, tristeza, melancolía, limitaciones en la comunicación: “Causó también estrés e irresponsabilidad frente a los problemas (…) no se desarrolló la expresión oral, (la) falta de interacciones sociales causó aislamiento.” (D2)

La especialista (E) en este aspecto da una descripción interesante:

“Estudiantes al inicio:

-Depresión y ansiedad: Al no salir de casa, el aislamiento causó en algunos estudiantes cuadros depresivos y de ansiedad.

-Tristeza y melancolía: Por la muerte de familiares y amigos.

-Se volvieron menos comunicativos, en algunos casos la interacción con otros disminuyó.

-Hubo una contención de emociones que no salían a flote, pues no había con quien compartirlas.

Los estudiantes pos pandemia:

-Problemas para interactuar con otros, generando conflictos que no saben manejar y terminan en hechos de violencia por parte de algunos estudiantes.”

Docentes y estudiantes han sufrido emocionalmente con la pandemia. Tal vez los docentes al ser adultos con fuertes convicciones profesionales y religiosas, han podido sobreponerse al aumento del trabajo y la casi desaparición de los límites entre el trabajo y la vida personal y familiar. Los adolescentes han sufrido depresión, la inseguridad, el miedo, la ansiedad.

Desde su punto de vista como director(a), ¿Cuáles serían los principales aciertos, desaciertos y recomendaciones para mejorar la práctica pedagógica del personal docente en tiempos de pos pandemia?

Los entrevistados no concordaron en forma mayoritaria en este punto, pero, dos de ellos si concordaron que debía mantener la capacitación en herramientas virtuales. Concordaron también en que no siempre se logró dar el apoyo a los estudiantes con dificultades de conexión: “El primer acierto en que fue oportunidad para aprender el manejo de plataforma y herramientas virtuales, pero deberíamos haber acompañado y dar mayores facilidades y apoyo a los estudiantes que no se conectaron o eran intermitentes, se recomienda a las entidades superiores capacitar de manera constante a los docentes en el manejo de la tecnología y nuevas estrategias pedagógicas.” (D1)

Otros directivos (D2) resaltaron el énfasis en el soporte socioemocional a los docentes y la realización de retroalimentación.

Las recomendaciones fueron bastante precisas:

-“Llevar cursos de especialización en herramientas tecnológicas como obligatorio.” (D2)

-“Evaluación mental/psicológica a docentes nombrados y contratados como parte del currículo.” (D2)

-“Evaluación física a docentes.” (D2)

-“Brindar mayor apoyo al docente sobre el proceso de retroalimentación para la mejora de su práctica pedagógica.” (D3)

-“Brindar estabilidad en el sector con normas y leyes que no se modifiquen y cambien periódicamente. Evitar saturar a los maestros con tanta documentación administrativa. Solicitar información que se encuentra articulada.” (D4)

-“Identificar a los estudiantes que requieren apoyo para mejorar sus niveles esperados de aprendizaje (evaluación, diagnóstico) y planificar un plan de Mejora o Refuerzo escolar para evitar que este, 2022 muchos de ellos no logren los aprendizajes que se espera según sus grados.” (E)

Entre los desaciertos, se indica que muchas capacitaciones fueron muy teóricas, con poca oportunidad de ser aplicadas, además de que algunos docentes, iniciaron clases sin considerar “el contexto de pos pandemia y el diagnóstico socioemocional de los estudiantes”, es decir, como si estuviéramos en un año común, sin considerar todo lo vívido en la pandemia.

Docentes

Ahora comentemos los resultados de los docentes:

Desde su punto de vista como docente, ¿Qué problemas y desafíos tuvo la educación pública en el Perú durante la pandemia del Covid-19?

Los entrevistados coinciden en que docentes y estudiantes no estaban preparados para afrontar una educación totalmente virtual, dado que tenían problemas de conectividad y falta de equipos necesarios para este tipo de educación. Todo esto afecto la calidad de la educación brindada. Por ejemplo, un docente (DOC 1) entrevistado describe:

“Claro está que, en tiempo de pandemia a nosotros, acá en el Perú, a los profesores pues, nos ha cogido de sorpresa, porque obviamente no sabían (…) casi sin nada de manejo de plataformas digitales y virtuales y herramientas que puede haber en internet (…) a esta “altura del partido” ya ha pasado más o menos tres años, muchos de los docentes, (…) han avanzado en el aprendizaje de estas herramientas para poder llevar una educación remota, sin embargo, no han sido el 100%. Creo que habrá sido pues un 40 a 50% de los docentes a nivel nacional, que tienen pues la experticia en el manejo de estas herramientas digitales, han podido realizar la educación remota como debe ser. Pero el otro 60% pues no lo ha hecho y eso en consecuencia, los estudiantes no han recibido una educación de calidad.”

Otro docente (DOC4), indica entonces en el mismo sentido que “La pandemia del Covid 19, desnudó las grandes diferencias sociales, que también se expresan en el aspecto educativo”, para luego resaltar que estas diferencias se expresaron en “graves problemas de conectividad, debido a que los alumnos no contaban con los equipos e instrumentos necesarios, para la educación virtual que se impartió, de igual modo existió, la falta de recursos en los hogares para obtener el servicio de internet.” El mismo docente resalta que ante los problemas económicos en las familias “muchos alumnos de la comunidad, tuvieron que trabajar, abandonando las clases virtuales”. En opinión de este entrevistado, los docentes no escaparon al problema, porque también “carecían de condiciones materiales para el trabajo virtual.”

Una reflexión del primer entrevistado es muy interesante:

“Que nos queda aquí, en adelante, (…) que estas situaciones que han pasado en la pandemia nos ayude a reflexionar y estar preparados para futuros escenarios, que pueden ser (…) un sismo de gran magnitud, que (…) en cualquier momento puede pasar, (…) y frente a eso ¿qué vamos a hacer? ¿Estamos preparados para un nuevo desafío, una nueva situación como esta? Puede ser esa o puede ser otro virus, puede ser mil cosas, sin embargo, creo yo que, la educación, el ministerio, los docentes y también puedo decir, los padres de familia, tenemos que entender que hoy por hoy, no estamos en un mundo (…) permanente, es un mundo de una educación que se va transformando día a día.”

¿Qué dificultades enfrentaron como docentes para el desarrollo de las actividades de aprendizaje a distancia?

Los entrevistados coinciden en las dificultades por la poca conectividad, la falta de aparatos tecnológicos y la forma de trabajo virtual, que era algo totalmente nuevo para casi todos los docentes. Un docente (DOC 4) lo expresa de la manera siguiente: “la pandemia obligó al uso de la tecnología, la informática, cuyo conocimiento era ajeno a muchos docentes quienes en ese momento no se encontraban debidamente capacitados.” En cuanto a los estudiantes, el mismo docente resume de esta manera las dificultades observadas:

-“Gran ausentismo del alumnado: debido a que no estaban acostumbrados ni habían experimentado las clases virtuales.

-Falta de motivación del alumnado, que se explicaba en el momento que se vivía con la pandemia (muertes, enfermedades, pobreza, falta de empleo de sus padres, etc.).”

Los docentes entrevistados coinciden en que la falta de conectividad, la falta de equipos adecuados fue un factor difícil de superar al principio. Hubo la necesidad de invertir en ellos, capacitarse y “poner en práctica” lo aprendido. Un entrevistado resalta la poca conectividad de los estudiantes, su escasa motivación, que se puede traducir en lo poco que presentan en forma de evidencias de aprendizaje.

¿Cuáles han sido las dificultades que han enfrentado como docentes con respecto a la conectividad durante la educación remota?

Todos los entrevistados resaltan las dificultades por la falta de conectividad. Y es que tenerla implica un buen plan de internet y en lo posible un equipo (laptops, celular o Tablet) adecuado. De lo contrario, hay muchos problemas con ella. Un docente (DOC 1) lo expresa de esta manera:

En líneas generales, entonces, el tema de la conectividad también ha sido un problema que ha ido de ser absuelto por el ministerio, por el gobierno, sin embargo, se trató también de hacer a los profesores con unos 10 megas, si mal no recuerdo, de parte del gobierno, a todos los docentes para que puedan tener una conectividad y puedan hacer sus clases, pero como vuelvo a decir, no es suficiente, yo creo que tener 40 megas es lo mínimo que hay que tener en laptops, celular o Tablet, pero si queremos tener más manejo de herramientas para una educación virtual como se debe, como debería ser, pueden ser 100 megas hacia arriba. Y bueno, la cotidianidad ha sido pues muy baja. Vuelvo a repetir, nosotros como docentes (…) hemos tratado de (…) pagar nuestra conectividad, nuestras líneas, y todo lo demás para llegar a nuestros estudiantes y bueno eso es lo que se ha hecho. La conectividad ha sido un problema a nivel nacional.”

En el mismo sentido, otro docente (DOC 4), indica: “El servicio de internet, debido a la sobredemanda de usuarios, constantemente, funcionaba de mala manera.” Y esto fue un reto, que llevó, muchas veces a tomar medidas complementarias, como una docente (DOC 2) que describe así su trabajo:

“La conectividad en casa se hizo difícil ya que la familia realizaba trabajo remoto y la señal era muy baja, pero sin embargo, el celular al principio ayudaba para la comunicación con las estudiantes y que decir con las que no contaban con el equipo, como docente preparaba separatas y comencé a visitar algunos hogares cercanos a la IE donde laboro y entregaba para que ellas mismas pudieran resolver en casa con la ayuda de algún familiar.”

¿Qué herramientas digitales y/o plataformas, aplicaciones, ha utilizado durante el período de trabajo remoto?

Los entrevistados coinciden en diversas herramientas del entorno de Google, además de otros herramientas o aplicaciones como Facebook, WhatsApp, Zoom, Padlet, Kahoot!, Multimeter, que se han complementado.

“…hemos usado así rápidamente, aparte de correo, de WhatsApp, que son las formas que hemos utilizado para conectarnos con los estudiantes, pero, si queremos utilizar más herramientas para hacer nuestras clases más atractivas, lúdicas (…), sobre todo para los estudiantes que como ellos están más en los juegos que en el tema educativo en sí, entonces, caso por ejemplo, yo he utilizado Classroom, aparte Google Meet, aparte Zoom, Padlet, aparte Kahoot!, aparte Multimeter, varias herramientas en realidad, pero esto lo hecho gracias a que tengo, uno, ahora lo digo con toda claridad, una computadora, no he trabajo desde celular porque si no tenía conectividad, de hecho entraba al celular pero solo trabajaba con el Google Meet y con el Classroom nada más…” (DOC 1)

El paso de la educación presencial a la educación virtual, con un fuerte énfasis en capacitaciones, sobre todo en el 2020, ha llevado a un mayor desarrollo de las competencias digitales en los docentes. Todos los entrevistados mencionan el uso de diversas herramientas del entorno Google, además de otras que se han utilizado mucho.

¿Cree que fue oportuno promover a estudiantes que no participaron en las clases remotas?

La mayoría considera que en parte sí, porque con las dificultades para la educación virtual, era necesario ayudar a los estudiantes, dándoles muchas facilidades para que puedan enviar sus evidencias de aprendizaje.

“Es una pregunta un tanto difícil para mí como profesor de vocación. Por un lado, digo, no, porque si alguien debió ser promovido en base a evidencias, en base a que haya demostrado el desarrollo de competencias, y no se puede promover a un estudiante que no ha hecho nada. Claro, sin embargo, (…) hay estudiantes que no tienen recursos, las herramientas, no tienen la conectividad, no tienen nada, para poder hacer sus clases lo mejor que se podía. (…)

Entonces bajo esa norma se dio esa visión y esa postura de poder ayudar (…) a estos jóvenes a que puedan ser promovidos sin necesidad que hayan totalmente evidenciado el desarrollo de competencias que se requiere para seguir promoviendo y avanzado en los ciclos según los estándares, las competencias, los desempeños de cada estudiante.” (DOC 1)

En el mismo sentido, otra docente (DOC 2), expresa:

“Pienso que si porque aquellos estudiantes no estuvieron preparadas para esta pandemia muchos menos sus familiares, la economía en los hogares fueron deprimentes, ya que mucho padres fueron despedidos de sus trabajos, es en este año que la labor del docente es muy importante, quizás dar más que en otros años para aquellos estudiantes y tratar en lo posible de nivelarse, es un compromiso como docente.”

Otro docente, resalta la necesidad de la promoción guiada como mecanismo de afrontar la evidente desigualdad que existe en el país en todo aspecto, incluido el educativo: “Más que oportuno, creo que fue necesario, debido a que, de no promoverse, existiría una situación de desigualdad, entre quienes contaban con los medios para las clases virtuales y quienes no los tenían.” (DOC 4)

Algunos de los entrevistados, consideraron que en parte no fue oportuno, porque muchos estudiantes no se contactaron, no enviaron evidencias y siguieron siendo promovidos de manera guiada en los dos años de la pandemia. Estos estudiantes no han desarrollado sus competencias, capacidades, desempeños.

Las respuestas son diversas, por un lado, se reconoce la necesidad de la promoción guiada para reducir de alguna manera la desigualdad que existe en el acceso a la educación virtual, por las razones ya mencionadas en preguntas anteriores. Sin embargo, por otro lado, se reconoce también, que muchos de ellos(as), promovidos, no han desarrollado competencias.

¿Cómo se siente usted emocionalmente después del trabajo realizado durante la pandemia?

Los entrevistados indican que se sintieron de alguna manera, estresados y afectados, por lo ocurrido en la pandemia. Sin embargo, al momento de la entrevista, se sentían mejor y eso es por la actitud que como profesionales, asumen para seguir aprendiendo y trabajando. Uno de los docentes (D3) expresa su sentir de la siguiente manera: “En mi caso me sentí muy mal por la pérdida de muchos familiares, amigos, colegas, que dejaron un profundo dolor y problema emocional. Poco a poco estamos saliendo de este problema emocional.”

Una docente (DOC 2) describe así, las dificultades que vivíamos en estos tiempos: “Afectada emocionalmente, (por) familiares contagiados y uno vivía con desesperación, sin embargo, como docente y ante cámara tenía que mostrar la cara feliz y dar mucho ánimo tanto por el WhatsApp o en la plataforma virtual.”

Uno de los docentes (DOC1) expresa como un factor determinante, ante lo que experimentamos durante la pandemia, era la actitud personal, para afrontar todos los problemas que trajo la pandemia.

Claro está, que lo presencial a lo virtual, tienes que capacitarte, saber manejo de herramientas y todo lo demás, eso es quizás, un obstáculo más que de capacitación, un obstáculo personal, porque muchos han sentido que yo a esta edad, (…) a los 50, 55, 60 (…), que voy a estar aprendiendo esto, que voy a aprender, (…) y se ponen obstáculos en la mente y piensan que no se puede hacer y sí se puede. Y digo esto porque si uno se pone en la cabeza, justamente la parte emocional, que no puedo, no lo hago, no lo entiendo, no es para mí, entonces, ya emocionalmente nos estamos afectando y es más cuando nos estén supervisando, nos monitoreando, piden resultados en las clases remotas o a distancia, ¿cómo me voy a sentir? Me voy a sentir mal, me voy a deprimir, me voy a sentir ansioso, todas las emociones se me van a pasar. En lo personal, no ha sido así, porque a pesar de que tengo 50 años, tengo esa actitud de capacitarme con dinero, de una mente abierta, y no ha sido un tema de capacitarme, porque muchas de las cosas que he aprendido han sido gracias a los tutoriales en YouTube, (…) entonces, estresado, estresado, no he estado, pero lo que sí pudo compartir es trabajando en el colegio, la universidad, todo el día prácticamente, quizás por ahí, pero estresado en cuanto que lo que hago como profesor o lo que enseño o lo que trabaje con los chicos o reviso, no tanto.

Lo que sí es un poco estresante es que piden mucha documentación para nada y lo digo así con certeza, hablo de los informes, estadísticas, demás, (…) como una evidencia de que trabajas nada más, pero, no se usan esas informaciones para que mejore la educación o se transforme de una manera más positiva.

Los entrevistados reconocen que han sufrido estrés, tal vez en gran parte por la forma como se abordó la educación virtual, con más trabajo, no solo escolar, sino “administrativo” (completar informes extensos al principio, por ejemplo). La experiencia de vida y la vocación de los entrevistados, les ha permitido superar esas situaciones al momento actual.

Desde su punto de vista como docente, ¿Cuáles serían los principales aciertos, desaciertos y recomendaciones para mejorar su labor docente en tiempos de pos pandemia?

Hay coincidencia en que un acierto seria aprovechar la experiencia ganada en el uso de herramientas virtuales y continuar usándolas en la educación presencial. Un entrevistado (DOC 1) indica en ese sentido:

Aciertos, empiezo por lo positivo, yo creo que toda persona que ha trabajado con la parte digital, va a quedar, no se va a ir, por más que estemos en la presencialidad, no se va a ir. Yo les he dicho a los chicos, por ejemplo, que cuando volvamos a clases presenciales, yo no voy a estar pidiendo cuaderno, ni biblia, ni otro libro que sea necesario para nuestro curso, porque yo ya les enseñé que tenemos biblia digital, les doy un enlace y no necesitan comprar biblia ni cargarla en la mochila ni su catecismo, ni nada, porque todo está en la virtualidad. (…) si ya tenemos las fichas que están depositadas en el Classroom, para que pedir cuadernos, libros. (…) ¿Para qué hemos aprendido las herramientas digitales, para ya guardarlas porque ya paso la pandemia y no utilizarlas? No lo creo.

Los desaciertos pos pandemia, (…) volver a lo anterior. Volver antes de la pandemia. Mejor dicho retroceder, siempre con los cuadernos, los documentos, los libros, los informes, yo creo que tenemos que hacer una educación ahora, no sé si más hibrida, por decirlo así, o una educación diferente, de hecho, mezclando lo presencial con lo remoto y no cae, obviamente, que en decir, que un trabajo remoto sea muy diferente a lo presencial.

Entre las recomendaciones, uno de los docentes (D3) expresaba: “Mayor atención del Estado, tanto en el capital humano, como en infraestructura. Permanente capacitación del docente”.

Discusión

Si hay algo que definió a la población mundial desde el 2020 fue su adaptación al cambio. La pandemia del Covid-19, nos obligó a hacer cambios en nuestro estilo de vida, en el trabajo en el estudio en todos los niveles. Un hecho sin precedentes fue el cierre de escuelas, institutos y universidades a nivel mundial. Y si bien este no fue de la misma duración en todo el mundo –nuestro país si fue uno de los países que mantuvo ese cierre por más tiempo–, esto afectó de muchas maneras a la comunidad educativa. De ahí la importancia de la adaptación al cambio que han tenido que desarrollar directivos, especialistas, y docentes de Lima Metropolitana (y claro de todo el país) para mantener el servicio educativo. Los estudiantes y padres de familia no han sido ajenos a ese reto. Uno de los entrevistados (DOC1) indica en este aspecto:

“…más allá de que un docente se capacite en el uso de herramientas y plataformas digitales, creo que también es la actitud personal de cada profesional, justamente de poder tener, esa capacidad de adaptación al cambio. El mundo, nuestro país, y todos los lugares va teniendo un cambio permanente en muchos aspectos y la educación no es ajena, entonces, creo que lo primero que tenemos que trabajar es en nosotros mismos como docentes, tener esa actitud para adaptarnos a cualquier cambio que pueda ocurrir. De hecho, y definitivamente los problemas que han sucedido (...) los profesores no tenían, pues, primero, la capacitación, las competencias en las herramientas digitales. Lo otro es que tampoco tenían las herramientas en cuanto a software, llámese computadoras, laptops, tablets, celulares de alta gama, por así decirlo o al menos, con suficiente procesador para que puedan hacer sus clases desde su celular, (…) entonces, eso ha sido, uno de los grandes problemas que ha enfrentado la educación en este tiempo, y por otro lado, vemos a los estudiantes, (…) no son ajenos a ello, de hecho definitivamente, pues, si bien es cierto que los estudiantes tienen cierto conocimiento en cuanto al uso de internet o los juegos en línea o lo que fuese, los que estos jóvenes, estos niños, no han estado preparados para hacer una educación a través de la virtualidad, de la educación a distancia o remota. Adaptarse para ellos ha sido también muy difícil definitivamente, les ha costado.”

Los directivos y docentes entrevistados coinciden en que los mayores problemas han sido la conectividad y el desconocimiento de las herramientas virtuales. Sobre el primer aspecto ya se había mencionado que hay importantes brechas en este servicio aún hasta el día de hoy, sobre todo entre zonas rurales y urbanas (ENAHO, 2022). Aún en las ciudades, la conectividad depende mucho de la capacidad económica que se tenga para tener un buen plan de internet. Como indica uno de los entrevistados, solo con un buen plan, se puede estar seguro de usar diversas herramientas virtuales con total seguridad. Esta realidad nos lleva a comentar el problema de la desigualdad en la educación, que por supuesto, siempre ha existido entre docentes e estudiantes de diferentes niveles socioeconómicos, pero que la pandemia, ha mostrado en toda su complejidad: La enseñanza virtual aumentó las desigualdades educativas y digitales, pues las instituciones con mayor poder adquisitivo, pudieron adaptarse rápidamente a esta enseñanza virtual, porque sus docentes, estudiantes, padres de familia tenían buena conectividad, computadoras, laptops o celulares de alta gama, además de plataformas virtuales ya preparadas. Lo contrario ocurría con otras instituciones cuyos docentes, estudiantes, padres de familia tuvieron que hacer grandes esfuerzos para adaptarse a la situación por su carencia de buenos planes de internet, computadoras, laptops o celulares adecuados (Gómez-Arteta y Escobar-Mamani, 2021). Hay quienes lo han logrado mejor que otros, con resultados muy dispares.

Y esta realidad afecta el aprendizaje de los estudiantes. Como lo confirman los directivos y docentes entrevistados, si bien se reconoce la necesidad de la promoción guiada para evitar la deserción escolar, nadie pone en duda que millones de estudiantes limeños (y peruanos, por supuesto) no han logrado desarrollar las competencias y capacidades esperadas a pesar del gran esfuerzo realizado por los directivos, docentes, especialistas, estudiantes, padres de familia, el Ministerio de Educación (a través de loables proyectos como Aprendo en Casa, PeruEduca) por las limitaciones que existen.

Esto debe motivar una seria reflexión que debe ser motivo de futuros estudios. En otros países, sobre todo del Primer Mundo, ya se están evaluando las consecuencias del cese de clases presenciales. La conclusión preliminar es esta: A más tiempo de pérdida de clases presenciales, se pierden más aprendizajes (Engzell et al, 2021; Maldonado & De Witte, 2021; Tomasik et al., 2021; Lichand et al., 2021; Donnelly & Patrinos, 2021). Una observación es importante: estos estudios, realizados en Países Bajos, Suiza, Brasil, Estados Unidos, Alemania y Australia, se centran en el cese de clases por algunas semanas, después de las cuales, se retomaron las clases, con las debidas medidas de protección. Además, estos países (excepto Brasil) estuvieron entre los primeros en vacunar a su población. Llama a reflexión que en estos estudios se subraye las consecuencias negativas del cese de clases presenciales por tan poco tiempo. Nuestro país mantuvo el cierre de instituciones educativas de todos los niveles por más de dos años, concretamente 66 semanas. Es evidente, que un cierre tan prolongado –inimaginable en cualquier país desarrollado– ha dejado efectos más duraderos en nuestros estudiantes.

Un segundo punto a resaltar es la preparación de la comunidad educativa a la educación virtual. En este aspecto, se podría volver a reconocer la diferencia entre los directivos y docentes de instituciones con mayores recursos económicos y que, mucho antes de la llegada del Covid-19, ya desarrollaban clases virtuales a sus estudiantes, preparándolos para el “futuro” con un intenso uso de herramientas virtuales. Por supuesto, estas instituciones, estaban muy bien preparadas ante el paso de la educación presencial al virtual en marzo del 2020. Por supuesto, hablamos de un pequeño sector dentro del conjunto de las instituciones educativas y que serían de administración privada. La mayor parte de los docentes de las instituciones educativas, públicas y privadas, no estaba preparados para este cambio. Los directivos y docentes entrevistados han resaltado esta realidad. Ya para el año 2019, la necesidad de usar las tecnologías de información y comunicación (TIC) en todos los niveles y áreas educativas era una exigencia. Pero no era una realidad palpable. Enfocados en el trabajo presencial, la gran mayoría de docentes, no relacionaban su práctica diaria con el uso de las TIC. No, porque no fueran capacitados, pues desde hace muchos años se han dado en capacitaciones en estas herramientas a nivel estatal (con el Proyecto Huascarán, por ejemplo) y privado. El problema fue que no hubo “apropiación” de lo que significaba trabajar con TIC. Para el 2020, previo a la llegada de la pandemia, diversos estudios en instituciones educativas públicas, mostraban muy poco desarrollo de las competencias digitales en la mayoría de los docentes (Santos et al., 2020; Atero, 2020; Ingaruca, 2020).

De la misma manera los estudiantes también han tenido que adaptarse al uso de las TIC en sus clases. A pesar delenorme potencial de herramientas como WhatsApp y YouTube, diversos estudios, resaltan que muchos estudianteshan mantenido sus viejas “prácticas” de “copiar y pegar”, solo que ya no de un libro, sino de sitios de internet.. Definitivamente, no todos los estudiantes han estado preparados para trabajar al 100% de manera virtual (Castaño,2020; Berrocal et al., 2021).. Como antes de la pandemia, muchos padres de familia, no los podían ayudar, no solo por la falta de tiempo (sobre todo cuando acabo la larga cuarentena) sino también por el desconocimiento que ellos también tienen en el uso de las TIC. La retroalimentación ha sido como siempre un proceso importante del aprendizaje, que ha tomado especial relevancia en la educación virtual (Picón, 2021).

Por supuesto todo cambio con el cierre de las instituciones educativas. El compromiso de continuar educando fue –como lo han comentado los entrevistados– un fuerte motivador para, ahora sí aprender a usar las TIC, en el trabajo diario. Sin duda, ha habido una mejora, que debe continuar, pues como se leía en una de las entrevistas, sería un gran error, volver a trabajar como se hacía antes de la pandemia y dejar de utilizar las herramientas virtuales aprendidas. No se puede, ni se debe abandonar ese aprendizaje logrado en el uso de las TIC. Por el contrario, se debe profundizar.

Un tercer aspecto a comentar es sobre los efectos emocionales de la pandemia en docentes y estudiantes. Los entrevistados coinciden en que de una y otra manera, el estrés, la depresión, la ansiedad ha sido experimentada por ellos. Y que han podido comprobarla en sus estudiantes. Diversos estudios coinciden en este aspecto (Viner., 2022). Considerando que nuestro país ha sido uno de los más golpeados por la pandemia, es difícil que no conozcamos a alguien que haya enfermado o fallecido por Covid-19. Muchos docentes se contagiaron, otros tantos fallecieron, dejando en sus compañeros(as) sentimientos encontrados. Como adultos(as), los docentes han podido tener mayores posibilidades de contagiarse. Eso generó miedo e inseguridad, sobre todo, considerando nuestro poco preparado servicio de salud, la lenta compra de insumos importantes (desde mascarillas hasta camas UCI pasando por las vacunas). Tomando en cuenta, que los estudiantes tenían serías limitaciones para conectarse y desarrollar sus actividades, la labor de los maestros se complicó, diluyéndose los horarios de trabajo, generando mucho estrés, mucha sobrecarga de trabajo.

Aún hay mucho por conocer sobre los efectos emocionales de la pandemia en los adolescentes, pero por lo comentado por los entrevistados habría una tendencia a comunicar poco, emociones contenidas, agresividad (el trabajo virtual ha podido favorecer el ciberbullying), miedo, ansiedad. Chávez (2020), considerando la experiencia de una institución educativa primaria de Chota, Cajamarca, propone la necesidad de un modelo socioemocional que ayude a elevar el desarrollo de las habilidades sociales por el encierro y el cierre de las escuelas.

Conclusión

Los principales problemas y desafíos (y por tanto dificultades) a los que se enfrentaron los directivos y docentes fueron la falta de conectividad y el desarrollo de clases virtuales, además de los efectos emocionales de la pandemia (estrés y ansiedad). Los docentes consideran que la labor de los directivos fue adecuada porque se enfocaban en la capacitación en el uso de las TIC. Este es considerado el principal acierto durante la pandemia. Entre los desaciertos se considera la promoción guiada, que en opinión de los entrevistados no cumplió su objetivo. Los estudiantes no fueron ajenos a estos problemas. Directivos y docentes afrontaron estos problemas que trajo la pandemia con el cierre de las instituciones educativas, con muchas limitaciones. Sin embargo, tomaron decisiones, demostraron compromiso y vocación, y lograron mantener el servicio educativo durante el largo período de cierre. Si bien la conectividad no se ha logrado aún como se desearía, los entrevistados dan testimonio de la mejora en las competencias digitales por el deseo de educar a los estudiantes. La experiencia de vida, la resiliencia propia de profesionales comprometidos ha ayudado a afrontar loe efectos negativos del cierre de las escuelas y de la pandemia misma.

Nada puede ser totalmente igual a marzo del 2020. Como han indicado, los directivos y docentes entrevistados, hay muchos retos que se deben seguir afrontando: Continuar trabajando o mejorando los programas de reforzamiento de aquellos estudiantes con mayores dificultades y que en estos 2 años de cierre de las instituciones educativas públicas, no dieron evidencias de sus aprendizajes. Igualmente, la capacitación en las TIC debe continuar, aprovechando las muchas posibilidades de ellas en las clases presenciales. Esto implica una mayor inversión por parte del Estado para cerrar las brechas digitales que aún existen. Como lo expresó un entrevistado, se debe trabajar por un “aula diferente” aprovechándolo aprendido en la pandemia.

Referencias

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