Resumen
Fe y razón conforman el engranaje propulsor para que, junto a la verdad, ciencia y coherencia, el profesional de enfermería vaya descubriendo horizontes desconocidos pero seguramente prósperos para la sociedad. Al respecto, Benedicto XVI basado en las sagradas escrituras, sostiene que buscar la verdad es un acto inherente a este profesional; y propio de su naturaleza al compartir el conocimiento con futuras generaciones a partir del método científico y la responsabilidad. Del mismo modo, la docencia caracterizaría una actividad holística fundamental para el profesional de enfermería, que de la mano con la investigación aseguran y garantizan un trato enfermero humanizado por excelencia para el sujeto de cuidado y su entorno en general, sin deslindarse del propio autocuidado. No cabe duda entonces que, para una labor profesional destacada, hace tanta falta ciencia como fe y espiritualidad; lo primero proporciona conocimiento basado en la evidencia, y lo demás, la capacidad de ejercer con plenitud y satisfacción.
Abstract
Faith and reason make up the propulsive gear so that, together with truth, science and coherence, the nursing professional discovers unknown but surely prosperous horizons for society. In this regard, Benedict XVI, based on the sacred scriptures, maintains that seeking the truth is an inherent act of this professional; and proper of his nature to share knowledge with future generations from the scientific method and responsibility. In the same way, teaching would characterize a fundamental holistic activity for the nursing professional, which together with research ensures and guarantees a humanized nursing treatment par excellence for the subject of care and its environment in general, without excluding self-care. There is no doubt then that, for an outstanding professional work, science is as necessary as faith and spirituality; the first provides knowledge based on evidence, and the other, the ability to practice with fullness and satisfaction.
Keywords: Nursing professional; Faith; Reason; Teaching; Research; Scientific method; Humanized treatment.
Editorial
Cuando los profesionales de enfermería llegan a comprender como la fe ayudada por la razón les abre horizontes inescrutables, entonces en ese mismo momento su ser inquieto por encontrar verdades tiene apertura para seguir escudriñando lo que todavía no llega a concretizar y entender; y es que la fe y la razón son complementarias, cada una por su lado son un caos, evidente en la multitud de crisis existentes. En cambio, juntas y activas ayudan sin lugar a duda a llenar de esperanza a la humanidad y con ellas a todos los profesionales de enfermería en el grado en que se encuentren, desde estudiante hasta un PhD.
Ahora bien, ¿cómo enfermería alimenta su esperanza que los tiempos mejores van a venir después? La respuesta la encuentro en las apreciaciones de Benedicto XVI1, al hacernos reflexionar en una verdad profunda, para cualquier profesional de enfermería incluidos nuestros estudiantes, en como Dios en lo profundo de nuestro ser ha introducido la aspiración por la verdad y con ello llegar a conocerlo, amarle y llegar a encontrar nuestra verdad.
Y nuestra verdad es que somos formadores de las nuevas generaciones, un reto apasionante porque hay que vincularlas con el verdadero saber, aquel que les marca la ruta, pero con exigencia y esfuerzo diario. Más, cuando se trata de investigar y al hacerlo sin cálculos, razonan como han perdido el tiempo antes y lo que hubieran ganado si lo aprovechaban, sabiendo lo que saben ahora y viene el consuelo; ¡nada está perdido! Aunque algunos, si perdieron; sin embargo, surge el deseo de ser mejor, entonces podemos afirmar que se ha ganado experiencia.
Otras interrogantes que me planteo son: ¿cómo es capaz enfermería, a pesar de las crisis, prevenir, cuidar y promocionar el bien de la humanidad sin pensar en su propio bien?, ¿cómo enriquece su vida personal y profesional, con altura?; hayo respuestas en Polo2, al determinar que la misión del profesor es investigar, para encontrar verdades superiores, trasmitirlas y extenderlas.
Si razonamos con fe, en bases investigativas, argumentamos juntos, como una buena espiritualidad bien guiada, ayuda a los profesionales de enfermería, enfermos y familias a encontrar sentido a sus padecimientos, a reencontrase con afecto, a aprovechar el tiempo para ser felices, a vivir en paz o como decía un paciente muy simpático “a encontrar lo perdido en años, en mi meditación diaria”; o una colega muy humana que afirmaba “morir es volver a vivir”. No cabe duda, porque vamos al encuentro de lo que hemos ganado mientras existíamos.
Por otro lado, al encontrar saberes interculturales mediante la comprensión exhaustiva de lo que otros hacen para conservar la salud y el bien común, o interesarse porque la funcionabilidad física del adulto mayor este en sintonía con el respeto a su autonomía y dignidad, junto a otras áreas de interés con niños y adolescentes, las derivaciones de estos saberes que terminan en construcción de modelos o teorías hacen que el conocimiento se extienda y sea factible su práctica con el apoyo de la sociedad , de autoridades sanitarias y los propios profesionales de enfermería.
Son ellos, los que con una fe inquebrantable y una razón poderosa siguen insistiendo en el bien, porque a nadie privan e incluyen de su cuidado. Por ellos, pasan alumnos, enfermos, colegas, donde la generosidad como deber social es la clave de su hacer.
El Profesional de Enfermería en palabras de Sellés3, comprende un proyecto, pues nunca estará concluido mientras exista, todos los profesionales de enfermería debemos mirar el futuro, dándonos cuenta que podemos crecer siempre aun con derrotas, porque su perfección está en variedad de niveles, por eso, algunos los percibimos con un trato humano muy singular, a otros super comprensivos, mientras que varios son catedra pura, con una fe que se le puede ver en su hacer cuando en la vida existe una gran armonía entre el intelecto, el amor a Dios y la asistencia al enfermo con una organización que solo un amor infinito, es posible que sea una realidad diaria, porque esa perfección está incrustada en lo íntimo y en sus facultades superiores.
De allí que los fines de semestre resulten muy apasionantes, porque cada profesor y alumno al estar al servicio del otro, concluyen, los primeros que los prepararon para la vida, y los segundos, están iniciando la vida, donde el servir importa más que el destacar.
Editorial
When nursing professionals come to understand how faith aided by reason opens inscrutable horizons, then at that very moment their restlessness to find truths has an opening to continue scrutinizing what they still cannot concretize and understand; and the fact is that faith and reason are complementary, each on its own are a chaos, evident in the multitude of existing crises. On the other hand, together and active, they undoubtedly help to fill humanity with hope and with them all nursing professionals in whatever degree they are, from student to PhD.
Now, how does nursing nurture their hope that better times will come next? I find the answer in the insights of Benedict XVI1, as he makes us reflect on a profound truth, for any nursing professional including our students, on how God in the depths of our being has introduced the aspiration for truth and with it to come to know Him, to love Him and to come to find our truth.
And our truth is that we are trainers of the new generations, an exciting challenge because we have to link them with the true knowledge, the one that marks the route, but with daily demand and effort. More, when it comes to research and when doing it without calculations, they reason how they have lost time before and what they would have gained if they took advantage of it, knowing what they know now and comes the consolation; nothing is lost! Although some, if they lost; however, the desire to be better arises, then we can affirm that experience has been gained.
Other questions I ask myself are: how is nursing capable, despite the crises, to prevent, care for and promote the good of humanity without thinking of its own good, how does it enrich its personal and professional life, with height; I find answers in Polo2, when he determines that the mission of the professor is to investigate, to find superior truths, to transmit and extend them.
If we reason with faith, on a research basis, we argue together how a good spirituality, well guided, helps nursing professionals, patients and families to find meaning in their sufferings, to meet again with affection, to take advantage of the time to be happy, to live in peace or as a very nice patient said “to find what I have lost in years, in my daily meditation”; or a very human colleague who affirmed “to die is to live again”. There is no doubt, because we go to find what we have gained while we existed.
On the other hand, by finding intercultural knowledge through an exhaustive understanding of what others do to preserve health and the common good, or by being interested in ensuring that the physical functionality of the elderly is in harmony with respect for their autonomy and dignity, together with other areas of interest with children and adolescents, the derivations of this knowledge that end up in the construction of models or theories make the knowledge spread and its practice feasible with the support of society, health authorities and the nursing professionals themselves.
They are the ones who with an unshakable faith and a powerful reason continue to insist on the good, because no one is deprived and included in their care. Through them, pass students, patients, colleagues, where generosity as a social duty is the key to their work.
The Nursing Professional in the words of Sellés3, understands a project, because it will never be concluded while it exists, all nursing professionals must look to the future, realizing that we can always grow even with defeats, because their perfection is in a variety of levels, therefore, some we perceive them with a very unique human treatment, others are super understanding, while several are pure cathedra, with a faith that can be seen in their work when in life there is a great harmony between intellect, love of God and assistance to the sick with an organization that only an infinite love, it is possible to be a daily reality, because that perfection is embedded in the intimate and in their higher faculties.
That is why the end of the semester is very exciting, because each teacher and student, being at the service of the other, conclude that the former prepared them for life and the latter are initiating life, where serving is more important than standing out.
Referencias
- Benedicto XVI. Fe y razón. Libro electrónico.
- Martino SC. Interdisciplinariedad universitaria: Una propuesta según Leonardo Polo. Naturaleza y Libertad. Revista De Estudios Interdisciplinares [Internet]. 2017 Ene [citado 10 Nov 2024]; (8). Disponible en:
- Sellés F. 4ta ed. Antropología para inconformes. Pamplona: Rialp: 2016. 620p.
Citas
- Benedicto XVI. Fe y razón. Libro electrónico.
- Martino SC. Interdisciplinariedad universitaria: Una propuesta según Leonardo Polo. Naturaleza y Libertad. Revista De Estudios Interdisciplinares [Internet]. 2017 Ene [citado 10 Nov 2024]; (8). Disponible en: http://dx.doi.org/10.24310/natylib.2017.v0i8.6288
- Sellés F. 4ta ed. Antropología para inconformes. Pamplona: Rialp: 2016. 620p.